Patagonia: La revolucionaria decisión en los negocios de la empresa pionera en sostenibilidad.

Para aquellos como nosotros que somos fieles seguidores de la marca Patagonia nos tomó por sorpresa la decisión tomada por Yvon Chouinard; el fundador de la marca; entregar la marca a un fideicomiso. Pero… ¿Por qué no nos sorprendió?
Antes de empezar, debemos entender ¿qué significa que haya entregado la marca a un fideicomiso?

Esto quiere decir que el 100% las acciones con derecho a voto de la compañía se transfieren a un trust, llamado Patagonia Purpose Trust, y otro el 100% de las acciones que no tienen derecho a voto se entregan a Holdfast Collective, una entidad sin fines de lucro que combate la crisis ambiental y además defiende la naturaleza. Sin embargo, esto no significa que la familia Chouinard ya no tenga que ver nada con la empresa, pues el fideicomiso será supervisado por varios miembros de la familia.
Hoy Patagonia es una de las marcas de ropa sostenible más reconocida del planeta y ronda los US$800 millones en facturación por año, pero además dona el 1% de sus ganancias a organizaciones ambientales (que lo seguirá haciendo después de que se entregue la marca al fidecomiso). Entre 2002 y 2019 recaudaron más de $200 millones de dólares que emplearon en causas que mitigan el cambio climático.
Sin duda está marca es un referente para Madre Tierra y la moda sostenible pues con el tiempo han adoptado varias acciones como recolectar prendas dañadas de la marca para reformarlas y venderlas una iniciativa llamada WornWear (ver más acá).

También por medio de videos en Youtube explican como puedes arreglar tus propias prendas para extender su vida útil y además emplean textiles hechos con botellas de plástico recicladas y algodón recuperado (Fun fact: nuestro proveedor de hilo es el mismo proveedor de Patagonia)
Por otra parte, la marca es reconocida por iniciar el B Lab, un movimiento que incita a las compañías a ser empresas con propósito para generar un impacto positivo en las personas y el planeta. (Otro Fun fact: En Madre Tierra estamos tomando las acciones relevantes para certificarnos como B Corp)
Pero bueno, de vuelta al tema principal, hablemos un poco de quién es Yvon Chouinard y el por qué no nos sorprendió su decisión.
Yvon, el fundador se enamoró de la Patagonia tras escalar el monte Fitz Roy y decidió bautizar su emprendimiento de equipos de montañismo en su honor, con el tiempo sacó una camisa tipo Rugby para los escaladores que resultó ser todo un éxito y fue aquí cuando comenzó la marca de ropa para actividades al aire libre.

Después de esto, la marca empezó a ser reconocida por sus publicaciones tal como la de la imagen de arriba donde se habla del impacto ambiental de las corporaciones o también por imágenes con frases como: "A pesar de su inmensidad, los recursos de la Tierra no son infinitos y está claro que hemos excedido sus límites. Pero también es resiliente. Podemos salvar nuestro planeta si nos comprometemos en ello". Chouinard también publicó un libro donde habla de su filosofía y forma de trabajo, este libro nos ha inspirado como también a miles de personas y lo puedes encontrar aquí o en cualquier tienda de Patagonia.
Hace un tiempo Chounard había considerado vender la empresa y donar todo el dinero obtenido a organizaciones ambientales. Sin embargo, señaló que: "No podíamos estar seguros de que un nuevo propietario mantendría nuestros valores o a nuestros empleados en todo el mundo".
Su segunda opción era hacer la compañía pública mediante lo que conocemos como una oferta pública de adquisición, esta es una operación en el mercado de valores para vender parte o el total de las acciones de la compañía. "Habría sido desastroso. Incluso las compañías públicas con buenas intenciones están sometidas a una gran presión para generar ganancias a corto plazo", señaló Chouinard, quien optó en cambio por una solución más novedosa.
Por lo tanto, tomó la decisión de transferir el 100% de las acciones con derecho de voto a un fideicomiso para proteger los valores de la empresa. "Necesitábamos encontrar una manera de invertir más dinero en la lucha contra la crisis ambiental manteniendo intactos los valores de la empresa", declaró el empresario. Es así como la tierra ahora se transforma en su único accionista.
«El dinero no es una señal de éxito. El éxito se mide por el bien que hacemos. Soy pesimista sobre el destino del planeta pero me siento parte de la solución, así que duermo bien a la noche.»